El autor nació entre sábanas de algodón para crecer en un barrio donde las drogas se adueñan de las personas, donde los espacios públicos se privatizan y donde huir del capitalismo impuesto es casi imposible. Ante la posibilidad de ser consciente de las injusticias sociales y de la ley del más fuerte e intentar vivir con coherencia, muchos optan por ignorar el problema.
¿Pero qué ocurre si no lo ignoras? ¿Qué ocurre si atraviesas las miradas? ¿Si te arriesgas? ¿Si llegas a entender porqué alguien sólo quiere dormir para no estar, para desaparecer y olvidarse de todo?
¿Qué ocurre cuando tras decir no a la cocaína con 17 años tienes que seguir diciendo no durante el resto de tu vida? No a una educación que criminaliza, no a la intimidación disfrazada de respeto, no a la explotación laboral, no a la competitividad enfermiza, no a la productividad irracional… No.